La Universidad de Minnesota, el Centro Internacional de Agricultura (CIAT) y la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) se unieron para aportar ideas y experiencias en torno a la sostenibilidad de la producción agraria.
Los 40 participantes –provenientes de Colombia, Ecuador, Holanda, Canadá y Estados Unidos– cuentan con conocimientos en biología, física, química e ingeniería agroforestal, entre otras disciplinas.
A partir de la conformación de grupos de trabajo se avanzó en clases teóricas, toma de muestras de suelo en campo, pruebas de laboratorio en el CIAT y observación y discusión de posibles soluciones.
En la institución estadounidense la intención de crear el curso surgió a partir de la afinidad con el Doctorado en Agroecología de la U.N. Sede Palmira, el cual gira en torno a la búsqueda de métodos orgánicos y rentables para el campesino.
La docente Julie Grossman, de la Universidad de Minnesota y del curso, explica que en esa institución se investiga, por ejemplo, la capacidad de las plantas leguminosas para aumentar los niveles de nitrógeno en el suelo, en beneficio de la nutrición de diferentes cultivos.
Con estos estudios, las instituciones buscan promover la conservación de la fertilidad y la biodiversidad de los suelos. “Acciones humanas como la agricultura intensiva y la ganadería van dejando los suelos sin materia orgánica ni nutrientes. Con este curso conocemos el trabajo que se está haciendo en diferentes países e intercambiamos experiencias”, asegura.
Contra la erosión
Según el Ideam, en Colombia más del 40 % de los suelos presenta algún grado de erosión; en el 2,9 % de ellos este fenómeno llega a niveles severos, lo que genera graves afectaciones en la fertilidad, el almacenamiento de agua y la biodiversidad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) informa que la tercera parte de la tierra está moderada o altamente degradada por la erosión, que avanza de la mano del cambio climático.
Según explica la profesora Mirjam Pullerman, investigadora del CIAT, organizadora y docente del curso, en zonas montañosas de Centroamérica la producción agrícola se ve mermada por la erosión, que genera condiciones extremas en las temporadas de lluvia y sequía. Para responder a esta situación, en parcelas de frijol y maíz se siembran árboles cuyas hojas protegen los suelos y les aportan materia orgánica y nutrientes.
Siguiendo estas líneas de trabajo, los participantes del curso tomaron muestras de suelo en la finca agroecológica El Vetiver, del corregimiento de Castilla (Cali). Estas muestras se estudiaron en laboratorio del CIAT, y allí se detectaron aciertos y posibles mejoras a implementar en las prácticas de manejo.
Según la docente Marina Sánchez, de la U.N. Sede Palmira y del curso, la mayoría de los profundos estudios en Colombia sobre biología, física y química de suelos se realizan por separado. “En el curso buscamos conectar estas disciplinas para generar indicadores integrales de calidad de los suelos que respondan a nuestros desafíos”, afirma.
Para la estudiante de doctorado Sharon Perrone, de la Universidad de Minnesota y asistente del curso, resultó emocionante ver el entusiasmo con el que se aprende y se ponen en práctica los modelos de producción agroecológica en la U.N. Sede Palmira. “No es algo común de observar en Estados Unidos”, sostiene.
Por su parte el estudiante Liviston Barrios, del Doctorado en Agroecología de la U.N. Sede Palmira y del curso, destacó la importancia de haber llevado a la práctica los análisis teóricos de los diferentes componentes del suelo.
Para la profesora Grossman el programa también es importante porque permite que docentes y estudiantes reconozcan en otros lugares la voluntad de cambiar los sistemas de producción para enfrentar fenómenos como la erosión y la degradación de los suelos. “Esto nos puede llevar a empoderarnos para trabajar juntos en el futuro”, asegura, remarcando la intención de establecer cooperación entre las instituciones para repetir el curso, realizar intercambios académicos y formular investigaciones conjuntas.
Tomado de Agencia de Noticias UN.