Parte 1: Antecedentes y creación
La Universidad Nacional de Colombia - Sede Palmira se ha caracterizado por su sentido de protección y conservación del medio ambiente. Como muestra de ello se pueden mencionar: el campus de la sede, el cual es un espacio armonioso rodeado de naturaleza multicolor; la protección y conservación de la Reserva Nacional Forestal Bosque de Yotoco, que hace parte de nuestra sede desde el año 1959; el estudio y protección de los recursos agropecuarios; entre otros. En medio de ese entorno, la creación del programa de Ingeniería Ambiental en el año 1998 ha generado aún mayor consciencia acerca de la necesidad de continuar promoviendo la protección de las condiciones ambientales del campus así como la disminución de los impactos ambientales generados por las actividades académicas y administrativas propias del devenir de la Universidad.
Continuando con ese espíritu, y a través del desarrollo de trabajos académicos, surgieron iniciativas por parte de profesores y estudiantes encaminadas a profundizar en un mejor desempeño ambiental de la sede, así como a ordenar y planear el crecimiento físico del campus. Los grupos de investigación en temáticas ambientales y el Instituto de Estudios Ambientales -IDEA, abordando problemas ambientales locales y regionales, se constituyeron también en fortalezas y oportunidades para proponer un trabajo serio y ordenado de la gestión ambiental aplicada a la Sede.
Fue así como en el año 2007, la Profesora Luz Stella Cadavid, quien para ese entonces era coordinadora del programa de Ingeniería Ambiental, con el apoyo de los estudiantes de último semestre de Ingeniería Ambiental Ángela Moreno y Carlos Agudelo, se dieron a la tarea de formular el proyecto de creación de un sistema de gestión ambiental para la Sede. El proyecto recibió el apoyo decidido de los consejos de facultad, presididos por los decanos Mario A. García y Raúl Madriñan, y el Consejo de Sede, presidido por el vicerrector Carlos Iván Cardozo.
De esta forma, el Sistema de Gestión Ambiental –SGA- de la sede Palmira nació oficialmente a través de la Resolución del Consejo de Sede No. 083 de 2007, como ente asesor y regulador de las condiciones ambientales, siendo su acción transversal a todas las actividades que se realizan en la Universidad Nacional de Colombia.
En 2008 se conformó el Comité de Gestión Ambiental (Resolución de Consejo de Sede No. 001 de 2008), coordinado inicialmente por la profesora Cadavid, como reconocimiento a su liderazgo en el proceso de creación del sistema. Posteriormente se formuló y aprobó la Política Ambiental de Sede (Resolución de Consejo de Sede No. 012 de 2008). Se asignó al SGA un profesional de planta con responsabilidades administrativas y operativas. Esto unido al empeño académico por parte de los distintos directores e ingenieros que han participado en el SGA, permitió posteriormente la articulación con las demás sedes, posicionando a Sede Palmira como la primera en constituir una estructura sólida y completa, consecuente con las necesidades de un sistema de gestión ambiental.
-
Parte 2: Educación ambiental y articulación entre sedes
Gracias al ajuste institucional y la concientización de la comunidad universitaria en relación con la conservación del medio ambiente y los recursos naturales, desde el año pasado nuestra Sede es la líder en la implementación del Sistema de Gestión Ambiental (SGA).
Ha sido un trabajo arduo, que ha contado con el apoyo institucional y que hoy presenta resultados visibles a los ojos de quienes diariamente visitan el campus. Actualmente se recupera el 40% del total de residuos que se producen y que son potencialmente reciclables, gracias a la separación en la fuente, a las dispuestas por la sede, el almacenamiento temporal en el centro de acopio y por supuesto, a la colaboración de profesores, administrativos y estudiantes.
Estas iniciativas, describe la profesora Luz Stella Cadavid Rodríguez, coordinadora del SGA Palmira “han permitido reducir el impacto ambiental porque estos residuos ya no llegan a los rellenos sanitarios, si no que están siendo comercializados para generar recursos dirigidos al sostenimiento del centro de acopio, la compra de las bolsas plásticas, guantes y otros insumos”.
Entre los logros del SGA también se destaca la conformación del Comité Técnico Nacional Ambiental, el cual “ha permitido trabajar articuladamente con los representantes de la gestión ambiental de cada una de las sedes y crear diversos mecanismos para conseguir la sostenibilidad ambiental de la Institución, siempre con la consigna de garantizar una excelente calidad de vida a los miembros de la comunidad universitaria” expresó la profesora Cadavid Rodríguez.
Ha sido tan productiva la experiencia del SGA en Palmira que han llevado su experiencia e información al resto de sedes de la Universidad, buscando siempre la articulación y el mejoramiento de las condiciones ambientales, la unificación de conceptos y el diseño de programas ambientales que disminuyan el impacto ambiental de las diferentes actividades realizadas en cada campus universitario.
Parte 3: U.N. Palmira recibió concesión de aguas subterráneas
La Resolución 0720 No 0721-0157 de 2013, expedida por la CVC es producto del cumplimiento de normas ambientales y el trámite que incluyó pruebas físicas, químicas, microbacteriológicas, entre otras, las cuales concluyeron que las aguas subterráneas que actualmente se utilizan para el riego de los jardines y cultivos cuenta con una excelente calidad.
Esta certificación le permite a la sede Palmira ajustarse a los requisitos de la norma NTC ISO 14001-2004 y es producto del análisis realizado por un laboratorio externo y certificado, donde “se realizó un completo monitoreo de los cuatro pozos utilizados para riego en el campus y de uno localizado en el Laboratorio Agropecuario Mario González Aranda”, afirma Martha González, asistente administrativa del SGA.
Entre los aspectos evaluados para analizar la calidad de sus aguas estaban las variables como temperatura, pH, oxígeno disuelto, conductividad, cloruros, nitratos y nitritos. En cada pozo los científicos realizaron un monitoreo en un periodo aproximado de dos horas, ya que para la recolección de las muestras era necesario que los pozos lograran una estabilización.
Asimismo se tomaban datos de campo cada veinte minutos hasta que los parámetros temperatura, conductividad, pH y oxígeno disuelto se estabilizaron.
De esta forma lograron concluir que las aguas provenientes de los pozos poseen concentraciones de oxígeno disuelto, así como valores de pH y temperatura característicos de las aguas subterráneas. El estudio también reveló “que las concentraciones obtenidas de cloruros, nitratos, nitritos y sulfatos en los pozos, se encuentran dentro de los márgenes aceptables para el uso del recurso en el campus, establecidos en el Decreto 1594 de 1984”, describió Liliana León, ingeniera ambiental del SGA.
Para los miembros del equipo de trabajo del SGA, estos resultados demuestran que el manejo de los residuos orgánicos y peligrosos de la sede se está haciendo de forma adecuada, ya que no se hacen vertimentos contaminentes que afecten la calidad del suelo ni el agua.